Hace tan sólo unos días los medios de comunicación se han hecho eco de la siguiente noticia: según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, el número de divorcios en España durante 2018 ha sido de 99.444 casos. Un dato algo más bajo que el año anterior, pero aún así, muchos miles de divorcios en un año.
Casi 100.000 divorcios.
Dato escalofriante si tenemos en cuenta el dolor que ocasiona tal decisión (más si ha habido hijos), el cambio de vida que lleva consigo y la incertidumbre del futuro. Se abre un tiempo muy delicado para las personas que experimentan tales circunstancias.
Si atendemos a las razones o motivos por los que los españoles se divorcian podemos hablar de infidelidad, problemas de comunicación, celos, trastornos de personalidad, problemas económicos, problemas con la familia política, diferencias del compromiso en la pareja, comparación del amor con respecto al principio («se acabó el amor») y las adicciones.
Hoy, en este post, queremos hablar de los problemas de comunicación. ¿No sabemos comunicarnos? ¿Qué nos falta? ¿Qué podemos mejorar? ¿Podemos cambiar algo?
Verdaderamente, la comunicación es crucial en la vida en general y concretamente, en la pareja. Sin ella, podemos llegar a vivir con la pareja con la sensación de vivir con un “extraño”. ¿Qué falló? ¿Qué cambió?¿Qué hicimos mal?
Un expresión adecuada de las emociones, la capacidad para empatizar, un cuidado del tiempo en pareja, y la firme voluntad de quererlo hacer bien, se convierten en ingredientes imprescindibles dentro de una buena comunicación de pareja.
La ausencia de lo anterior da paso a malos entendidos, frustraciones e insatisfacción en el día a día, que si no se remedia, se va acumulando hasta llegar al punto de la separación como forma de solución de los problemas.
En consulta, vemos que estas situaciones, efectivamente, se pueden solucionar… que donde no se ha sabido hablar, se puede retomar, que donde no se ha sabido escuchar, se puede aprender, que donde no se ha sabido cuidar, se puede empezar.
Es por ello que recomendamos una serie de conductas necesarias para mejorar la comunicación en la pareja:
Escuchar, empatizar, reforzar: para entender qué ha pasado, necesitamos escuchar activamente, para saber cómo se ha sentido, necesitamos empatizar, ponernos en su punto de vista, entenderlo/la en profundidad, y para ayudar, necesitamos alentar, reforzar verbalmente, tener buena intención con él/ella, queriendo construir.
A veces, para ello, es importante dejar a un lado todo aquello que interfiere, los ruidos en la comunicación, como las tecnologías (en breve dedicaremos un post sobre la influencia del móvil en las relación con los demás), los propios puntos de vista, los prejuicios etc.
Expresarse con claridad: practicar la comunicación asertiva, aprender a expresar con palabras de una forma clara lo que me pasa, lo que siento, lo que quiero, hablando desde los propios sentimientos, sin juzgar.
Reconocer errores, pedir perdón, perdonar: en nuestra experiencia profesional hemos detectado lo difícil que para algunas personas es esto y ¡qué grandes beneficios personales y en la pareja se dan cuando se llevan a cabo!.
Reconocer un error y pedir perdón es algo así como “soy consciente de que me he equivocado en algo contigo y quiero arreglarlo”, de la otra persona depende saber recibirlo y tomar la decisión de perdonarlo (en otros posts de Psicoalegra hablábamos de la dificultad para perdonar y de las diferentes etapas en el proceso del perdón, te animamos a leerlas).
Compartir tiempo a solas: cuidar de una forma explícita “lo que nos une”, cuidar “aposta” la pareja, con detalles diarios en la vida cotidiana y de vez en cuando, alguno más especial, salir al cine y compartir los diferentes puntos de vista mutuos después, cenar a solas, compartir una serie, salir a caminar llevando una conversación agradable, etc. Buscar los momentos. Buscar los lugares. Para encontrarnos (o reencontrarnos) con la pareja.
