Llegué a Marta muy angustiada y desesperanzada después de haber dado unas sesiones con un terapeuta que no me entendió ni supo cómo ayudarme adecuadamente con el problema que tenía.
Al principio quería dar las sesiones con Merche porque mi pareja ya estaba en tratamiento con ella y estaba experimentando una gran mejoría, pero finalmente fue con Marta y la verdad es que no puedo estar más contenta y agradecida por ello.
Marta me entendió y comprendió perfectamente a la primera, desde el primer momento me generó ese clima de cercanía, empatía y confianza necesaria que me hacía sentir muy a gusto durante todas las sesiones.
Me ha dado técnicas muy efectivas que, en el momento, parecían como si no fueran a hacer gran cosa, pero que sin darme cuenta con el paso de las semanas iba mejorando a pasos agigantados. No daba crédito de tal efectividad y la gente más cercana a mi alrededor así lo vio también.
Soy una persona muy sensible y a la que necesita que le digan la realidad sin maquillar, y Marta así lo hizo sin que yo se lo pidiera. Me decía la verdad sin rodeos pero a la vez lo hacía con muchísima delicadeza. También, me ha dado enseñanzas que tendré para toda la vida y las cuales continúo aplicando.
Si alguien tiene cierta reticencia a dar el paso de buscar ayuda (como a mí me pasaba también, que veía el “psicólogo” para otras personas pero no para mí), de verdad que le animo a que no lo dude más porque se arrepentirá de no haber empezado antes, y especialmente con Marta por la buena experiencia que he tenido.