E.

E.
28 de noviembre de 2021 DanielAdmin

Tengo 26 años y quería contar mi experiencia tras ponerme en manos de las profesionales de Psicoalegra, en concreto de María.

Me costó tiempo y esfuerzo reconocer por lo que estaba pasando. A los 17 años empecé una relación con un chico, con el que estuve 4 años.
Lo típico ¿no?  Adolescencia…, casi el primer novio, todo bonito y perfecto, pero no.
Durante esa relación he sufrido maltrato, de muchos tipos. La gente de mi alrededor me lo intentaba decir pero yo no escuchaba.
Conseguí salir de aquello sí, pero yo no estaba bien, tenía muchas secuelas, no me quería nada, mi autoestima no estaba ni por el subsuelo, prácticamente no existía. No me creía capaz de hacer nada por mí misma, pensaba o más bien me creía que no valía para nada. A los 22 empecé a trabajar en una ciudad distinta y en la cual conocí a un chico. Me costó y mucho, cuando empecé a ver que tenía más complejos de los que yo creía, cuando me di cuenta de que no me creía cuando me decía que estaba guapa, o yo le decía cosas que no tenían sentido como : “¿por qué no me regañas si hago algo mal??”
Fue entonces cuando dije BASTA.
Gracias a un amigo de la familia conocí  a María de Psicoalegra y me puse en sus manos. Desde el primer día que pude hablar con ella sentía que me entendía en todo momento, me sentía libre para contarle todo, fue a la primera persona que le pude contar todo de principio a fin. Todo por lo que había pasado, me sentí tan a gusto que decidí seguir en sus manos.
Fueron unos meses complicados, y muy duros, no era nada fácil abrirte en canal y contar todo, pero ella lo hacía fácil, pasaban las semanas y yo deseaba con ganas que llegara la hora de la sesión para hablar con ella, para contarle mis avances que poco a poco yo misma me conseguía ver.
Mi relación avanzaba, había más confianza y yo empecé a creer en mi misma, en que yo podía hacer cosas y para mi sorpresa… las hacia bien!!!
Pase por un proceso duro, pero conseguí hacer cosas que jamás pensé que podría hacer, y lo mejor de todo, pude salir de todo aquello, pude cerrar una etapa, que me permitió avanzar en la otra nueva, me sentía bien, me sentía animada y feliz, y lo mejor de todo los de mi alrededor también lo veían.

Creer en mí ha sido lo mejor que me ha pasado, y aunque es un proceso que debes seguir poco a poco regando y confiando, María me dio muchas bases para conseguirlo.