¿Qué nos pasa, que no “funcionamos” en la cama? Disfunciones sexuales: causas y tratamientos

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  • Buenas tardes, a nosotros lo que nos pasa es que tenemos problemas en la cama, vamos, en las relaciones sexuales.

Así empiezan muchas de nuestras primeras consultas cuando atendemos a parejas. Puede parecer un tema escabroso, de difícil manejo o tratamiento, pero lo cierto es que suele ser más sencillo y de mejor pronóstico de lo que uno se suele imaginar cuando acude, por este motivo, a la consulta de un médico o un psicólogo.

  • ¿Da igual entonces a qué especialista vayamos?

Esta es la primera pregunta que queremos responder: no. Cada uno de ellos tiene una labor en función de qué problemática queramos abordar.

 

  1. Disfunciones sexuales: cuáles son las más frecuentes.

 

  • ¿Cómo sé si lo que nos pasa es una disfunción sexual o algo desagradable ante lo que debo conformarme? ¿cuáles son los problemas más habituales por los que se suele consultar con un especialista?

Primeramente, tanto si estáis ante una disfunción sexual como si es ante algo “simplemente desagradable” que os ocurre cuando intimáis, pero que no consideráis demasiado grave, es importante que no os conforméis con esta situación que os resulta poco satisfactoria. Os animamos a que indaguéis en el motivo que origina esas dificultades que os afectan cuando os aproximáis a vuestra pareja, y que busquéis soluciones (¡porque las hay!).

A modo de resumen, las disfunciones o problemas sexuales más frecuentes (aunque no los únicos) son los siguientes:

  • Dolor o molestia en la mujer durante la penetración
  • Dificultad/imposibilidad para llevar a cabo la penetración (sea por problemas de erección o por excesiva tensión en la musculatura vaginal).
  • Eyaculación precoz.
  • Falta de deseo y/o excitación.
  • En mujeres, dificultad para alcanzar el orgasmo.
  • Y una problemática muy habitual, aunque no se considere como una disfunción como tal, es el hecho de que se dé una marcada diferencia en los ritmos de ambos.

Si os sentís identificados con alguno de estos puntos, no os preocupéis, todas estas problemáticas tienen una causa, y averiguando ésta podréis afrontar un tratamiento eficaz que os posibilite tener una vida sexual satisfactoria con vuestra pareja.

 

  1. El mito sobre respuesta sexual en hombres y mujeres. La curva de la respuesta sexual.

 

Antes de abordar los problemas y las soluciones que planteamos, queremos explicar algo esencial para entender la sexualidad humana. Existe el mito de que las mujeres tienen más dificultades para excitarse que los hombres, o que tienen menos deseo de tener relaciones. Pero esto, como decimos, es un mito. Ni el deseo, la excitación ni el orgasmo son, por naturaleza, distintos en hombres y mujeres. La única diferencia reside en la velocidad en la que un hombre y una mujer alcanzan esas fases.

Para profundizar y comprender lo que ocurre cuando hay disfunciones sexuales, es necesario entender esta forma en la que el cuerpo humano de hombres y mujeres funciona.

La gráfica, la forma en la que se da la excitación en ambos es idéntica, pero con un desfase en los ritmos. Esto es: primero hay una fase de Deseo, luego Excitación, después una fase de Meseta manteniendo la excitación, hasta llegar a la fase de Orgasmo. Por último, la excitación disminuye hasta llegar al estado inicial de reposo.

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Esta curva se da tanto en hombres como en mujeres, con la única diferencia de que el comienzo es más rápido en los hombres que en las mujeres.

Puede que ahora identifiquéis en cuál de estas fases tenéis un parón, o una dificultad. Pero que no cunda el pánico. Seguro que hay solución a vuestro problema. Primeramente, hay que descartar que detrás de esta disfunción se encuentre un problema orgánico. Esto puede suceder, por ejemplo, en problemas de erección, o en los casos en los que la mujer sufre dolor durante la penetración. Sin embargo, esto no significa que si tenéis una de estas dificultades tengáis uno de los dos un problema médico; pero descartarlo es algo esencial antes de dar el siguiente paso.

 

  1. Introducción a causas y tratamientos.

 

Aunque es poco frecuente, si se confirma una causa médica, os recomendamos que os pongáis en manos de un médico especialista para esa dolencia concreta: ginecólogo, urólogo, neurólogo, vascular, internista…

En caso contrario (lo cual es lo más frecuente), una vez descartado el origen orgánico, podéis acudir a un psicólogo que trate trastornos sexuales y/o de pareja.

  • ¿De pareja?

Sí, de pareja. Y aquí viene la parte más interesante: los problemas en las relaciones sexuales suelen ser la punta del iceberg, y detrás de ellos suele haber problemas de pareja (por ejemplo, en la comunicación, en la cognición o tipo/cantidad de pensamientos que se tienen sobre la relación o sobre el otro,…). De ahí que sea conveniente acudir a un especialista en terapia de pareja.

En resumen: solo en un pequeño porcentaje de los casos, el trastorno sexual se explica por un problema orgánico.

En Psicoalegra os lanzamos una pregunta para reflexionar: si alguien os preguntara cuál es el órgano sexual más importante, ¿qué responderíais? … Sin duda, podemos afirmar que es el Cerebro.

  • ¡¿Cómo?!

Efectivamente, el cerebro es el centro neurálgico de toda la respuesta sexual humana, y por tanto es donde nacen la mayoría de las disfunciones que hemos citado anteriormente. Además de esto, es donde se desarrollan los pensamientos y emociones que pueden estar bloqueando el correcto funcionamiento de la respuesta sexual. Un ejemplo de esto es: si te has sentido atacado por tu pareja, tienes una herida emocional, y te cuesta perdonar ese daño que has recibido, o el dolor es tan grande que te impide acercarte al otro, lo más probable es que esto afecte a vuestras relaciones sexuales. (Si quieres ampliar información acerca del proceso de perdón, puedes pinchar  aquí  y y aquí).

De forma que si queréis solucionar vuestra dificultad, os animamos a que os hagáis aliados de este órgano tan relevante en la sexualidad. Y no solo que os hagáis aliados, sino que profundicéis en qué le puede estar ocurriendo, por qué sufre y por qué impide que viváis plenamente la sexualidad con vuestra pareja.

¿Queréis averiguar más sobre cómo el cerebro interfiere en vuestra vida sexual, y cómo podéis buscar una solución? Entonces estad atentos a nuestro siguiente post: seguiremos profundizando en ello.

Y si no aguantáis la espera, o tenéis alguna duda o comentario que hacernos, estaremos encantadas de atenderos si nos escribís a: [email protected]

 

María Bermejo

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